Historia de España en 70 minutos es una comedia desenfrenada que repasa la biografía de nuestro país desde Altamira hasta nuestros días. Tres actores dan vida a los más de setenta personajes que entran y salen de escena pasándose el testigo unos a otros valiéndose de su trabajo físico y vocal, empleando decenas de elementos de atrezo y vestuario, y apoyándose en las proyecciones audiovisuales que ayudan a contextualizar la obra en cada uno de sus momentos. Momentos que se suceden como un perfecto engranaje de secuencias, mezclándose y solapándose, porque en Historia de España en 70 minutos se observa la historia como un conjunto completo, un todo unido, no como una serie de secciones separadas, divididos por fechas, etapas o épocas. Desde la prehistoria, una sucesión ininterrumpida de hechos conducen a otros, y estos a su vez son causa de los siguientes, y así en adelante, consecuencia tras consecuencia, hasta llegar al final de la historia: nuestro presente.
La compañía se funda en 2015 con varios de los miembros de Seven Inks Producciones, con la que comenzó la andadura de Historia de España en 70 minutos en 2011, y a la que sucedió, con el mismo estilo y los mismos propósitos didácticos y escénicos, Historia del arte en 70 minutos. Dramákina Teatro se propone recoger el guante de Seven Inks y continuar ejercitando un teatro riguroso, basado en la comedia, en el trabajo físico de los actores, siempre cerca de un objetivo didáctico, con una propuesta escénica simple y fácil de trasportar allá donde sea posible. Historia de España en 70 minutos es una comedia desenfrenada que repasa la biografía de nuestro país desde Altamira hasta nuestros días. Tres actores dan vida a los más de setenta personajes que entran y salen de escena pasándose el testigo unos a otros valiéndose de su trabajo físico y vocal, empleando decenas de elementos de atrezo y vestuario, y apoyándose en las proyecciones audiovisuales que ayudan a contextualizar la obra en cada uno de sus momentos. Momentos que se suceden, como un perfecto engranaje de secuencias, mezclándose y solapándose, porque en Historia de España en 70 minutos se observa la historia como un conjunto completo, un todo unido, no como una serie de secciones separadas y organizadas en compartimentos estancos, divididos por fechas, etapas o épocas. Desde la prehistoria, una sucesión ininterrumpida de hechos conducen a otros, y estos a su vez son causa de los siguientes, y así en adelante, consecuencia tras consecuencia, hasta llegar al final de la historia: nuestro presente. Un minucioso trabajo de documentación fue la base para construir esta obra vertiginosa, que nació como proyecto didáctico para alumnos de secundaria, y que pronto pasó al público adulto. Imbuido de humor inteligente y cargado de detalles y datos reales, tanto el público en general como los historiadores más puntillosos han avalado la precisión histórica del espectáculo. Precisión que se combina con un elemento invariable a lo largo de estos setenta minutos: la búsqueda de la risa del espectador. Porque la historia puede contarse de muchas maneras, pero entre risas se explica todo con la distancia suficiente como para comprenderla, como para comprendernos, mejor. Así, a la caricatura y el tono lúdico se le unen la objetividad y el sentido didáctico, obteniendo de este modo una combinación perfecta de humor, autocrítica y rigor que ha cosechado el aplauso de público y prensa durante tres temporadas consecutivas.